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LUKE nº 169 Febrero 2016
Como caminos en la niebla
nuevo libro de José Morella
 
José Morella nació en Ibiza en 1972. Es licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Actualmente vive en Barcelona, donde imparte clases de lengua castellana. Ha publicado las novelas La fatiga del vampiro (2004) y Asuntos propios, finalista del Premio Herralde de novela en 2009. Es también autor del poemario Tambor de luz (2001). Además, ha traducido al castellano a los poetas Ferreira Gullar y Douglas Dunn.
... y colaborador de LUKE

Los impetuosos días de Otto Gross
Una novela magistral que nos traslada a la vertiginosa vida de Otto Gross, uno de los personajes más fascinantes de la Europa de principios de siglo XX. Gross fue precursor de la contracultura y sus postulados influyeron a escritores e intelectuales como Kafka, Carl Jung, Wilhelm Reich y D.H Lawrence, entre otros.

Sinopsis
Tras una ruptura sentimental, Llerandi cree llegado el momento de llevar a cabo su sueño: dirigir una película. Para ello, emprende un viaje con la intención de documentarse. Su destino son varias ciudades en las que vivió el protagonista de su film: Otto Gross. Durante este viaje conocerá a Lise, una singular anciana que dice ser nieta del personaje, el indiscutible precursor de la contracultura y cuya influencia se detecta en Kafka, en los fundadores del dadaísmo y en Wilhelm Reich, muchas de cuyas ideas son un reflejo de las de Gross. A partir de ahí conoceremos los hitos que marcan la vida de este hombre que vive traspasando a diario la frontera que separa la cordura y la locura: sus discrepancias con Freud, su pasión por Nietzsche y Kropotkin, sus relaciones con Carl Jung, D. H. Lawrence o Hermann Hesse; su estancia en Monte Verità, una especie de balneario donde se reúnen progresistas y visionarios, médicos extravagantes, artistas y bohemios que quieren ensayar una nueva sociedad. Allí conoce y mantiene relaciones con Renata, una joven que huye de la represión de su familia y de cuyo vínculo con Gross nacerá Louise, la madre de Lise. La historia nos llevará también al internamiento psiquiátrico orquestado por su padre y su participación voluntaria como sanitario en la Gran Guerra.
Con Otto como personaje aglutinador, la obra retrata a los miembros de su linaje combinando las diferentes tramas de forma simultánea, dinámica y atractiva, conjugando realidad y ficción. En la obra también aparecen muchos otros personajes históricos como Erich Müsham, Fanny von Reventlow, Eddy Bernays, Lotte Hattemer, Rudolf von Laban, las hermanas Richtofen o Gusto Gräser, entre otros.
Como caminos en la niebla aúna un lenguaje rico en su precisión, siempre asequible, lleno de espléndidas metáforas y de símiles acertados;; un magnífico y efectivo manejo de los tiempos y las voces y un vibrante registro emocional. José Morella, con todo ello, consigue una novela de impresionante profundidad en la reflexión sobre la vida que se emparenta con las propuestas más arriesgadas de David Forster Wallace, Junot Díaz, David Markson o Roberto Bolaño.

Lo que dice Morella sobre Gusto Gräser:

9. Gusto Gräser, el famoso «hombre natural» de Monte Verità se pasó media vida preparando una nueva versión del Tao Te King, de Lao Tse. Gusto no sabia chino, solo reescribía el libro a partir de la traducción de Richard Wilhelm. Detrás de ese libro està la idea de no forzar la realidad, de no empeñarnos con demasiada fuerza en que ocurra lo que deseamos ni en que deje de ocurrir lo que no queremos. Hay un cuento tradicional chino que lo explica: un peregrino ve, desde la orilla, cómo una violenta tormenta de viento desprende un puente de madera. A causa de ello caen al mar un hombre anciano y otro joven. El agua esta muy agitada. Unos segundos después el peregrino ve al anciano salir a flote muy cerca de la orilla y nadar a tierra firme. El joven no sale nunca: muere ahogado. El peregrino llega donde el anciano y le pregunta: ¿como es posible que el chico no haya conseguido salir y usted este aquí tan tranquilo, escurriendo su ropa como si nada? El viejo Je responde: ese muchacho se ha resistido demasiado, ha usado demasiada fuerza para salir. Ha pataleado y braceado contra la corriente, que era infinitamente mas poderosa que él, y se ha agotado enseguida. Yo he hecho lo contrario. Me he rendido, he aflojado todos los músculos como un bebe después de ser amamantado por su madre. Sin esfuerzo. Las corrientes internas me han llevado hacia la superficie igual que un gato transporta en su lomo a una araña. No he hecho nada para sobrevivir. Por eso aún vivo.
Gusto se refugió en la naturaleza e intentó subsistir solo con lo imprescindible, porque sentía que el tiempo que le había tocado vivir era el más opuesto posible al que Lao Tse proponía. Un mundo en el que forzar la realidad era la norma: se mecanizó la producción en el campo y en las fábricas, se implementó el uso de químicos en la agricultura, el tren acortó las distancias hasta un punto inimaginable para la época. Henry Ford estaba a punto de implantar la primera cadena de montaje. Gusto desconfiaba de lo que para otros eran mejoras indudables. Él predijo la Primera Guerra Mundial, en la que se mecanizaba también la capacidad de matar y morían miles de hombres en un solo día. Cuando quisieron reclutarlo, se declaró pacifista e insumiso. Lo condenaron a muerte. Después de tres días esperando a que lo fusilaran en cualquier momento, consiguió el traslado a un manicomio fingiendo que estaba loco. Luego volvió con su familia a Monte Verità y siguió viviendo como antes: desnudo, descalzo, sin casarse y educando él mismo a sus hijos sin escolarizarlos. Prescindiendo por completo del dinero y alimentándose do lo que cultivaba. Una vida sencilla a más no poder. A menudo comentaba su versión del Tao, en la que no dejaba nunca de trabajar, con el escritor Hermann Hesse. Hesse, un tipo mas leído, mas inteligente y con mas talento que Gusto, no tenia ningún reparo en reconocerlo como maestro suyo. Hubiera querido imitarle, pero no encontraba la valentía suficiente para eliminar de su vida el deseo de agradar y de tener éxito. Gusto jamás tomó en cuenta lo que los otros pensaran de el. Ninguno de los intelectuales o bohemios de Monte Verità tuvo ni por asomo su humildad ni su coraje. Quería cambiar el mundo tanto como Otto, pero lo hacia de otra manera. Su cambio era interior y acompasado, mientras que el de Otto estaba lleno de prisa, vehemencia y angustia.
Reescribió un trecho de Lao Tse de este modo: «¡Tao, tú, patria de todos! Los remilgados y los hartes de comer no han de encontrarte nunca. Pero los que prefieren vagar con sed y hambre a vender su alma, para esos tu abres las puertas de par en par: los arboles florecen, les sonríe el brillo de la fruta que cuelga de las ramas exultantes. A los expeditivos, a los que quieren abrirlo todo y saberlo todo sin mas tardanza, a esos tu te cierras».

+ LUKE febrero 2016

LUKE es una revista virtual de literatura y creación contemporánea, de arte que apuesta por la opinión libre, una revista que persigue el compromiso del individuo con la sociedad en la que vive y el reflejo del artista moderno con aquello que le rodea.